En más de una oportunidad en la Sociedad de Fomento hemos recibido quejas sobre la atención en la Unidad Sanitaria, por ejemplo la negativa a la toma de presión a los Adultos Mayores que concurren de forma espontánea, indicando que si se tiene Obra Social deben dirigirse al Hospital o a su Médico de Cabecera,lo que echa por tierra los principios básicos de la Atención Primaria de la Salud.

Demás está decir que una indicación como ir al Médico de Cabecera sólo a tomarse la presión o dirigirse a una guardia de un Hospital, pasa a ser de imposible cumplimiento porque los Médicos de Cabecera trabajan con turnos programados y las guardias no son para realizar controles de presión sino para atender emergencias como el mismo Municipio y la Provincia indican. Finalmente ¿qué ocurre? (1) Los adultos mayores de los barrios utilizando dinero de su magra jubilación tienen que dirigirse a una Farmacia y pagar por la práctica (2) Los Adultos Mayores de los barrios quedan librados a su suerte porque “a ojo” y sin la práctica de la toma de presión, nadie puede asegurar que la persona no esté transitando por un pico hipertensivo que puede derivar en una ACV.

Como Comisión en el año 2023 hemos elevado la queja correspondiente y realizamos reuniones con el Subsecretario de Atención de la Salud (de la gestión saliente) y la Jefa del Area Programática, obteniendo como respuesta que eso no pasaba porque ninguna persona había denunciado formalmente. Mientras tanto en la sala de espera un cartel anunciaba algo así (ver cartel): no tomamos la presión de forma preventiva.

No es novedad que el planteo que realizáramos en ese momento se dirigía al centro del mecanismo de segregación existente en los Hospitales, Centros de Salud y Unidades Sanitarias de la ciudad donde puede comprobarse fácilmente la no tan sutil expulsión del sistema de las personas que cuentan con Obra Social, siendo derivadas a sus médicos de cabecera o a efectores Privados que nunca son cercanos, desalentando de esa forma los controles sanitarios que permiten prevenir salud y promover hábitos saludables que los benefician a ellos y a toda la comunidad. La discriminación de las Obras Sociales por parte del sistema público se demuestra a partir de los datos estadísticos de atención de los distintos efectores públicos divididos por población con cobertura y sin cobertura: Según datos de la Región Sanitaria en los Hospitales Públicos (Municipal y Provincial) se atiende sólo el 10% de la población con cobertura social.

Como resultado de estas maniobras de “derivación” o expulsión del sistema se obtiene el abandono de las conductas preventivas que permiten que la población controle su salud,  generando poca fiabilidad en las estadísticas que maneja el Municipio utilizadas para establecer políticas sanitarias ¿por qué?… sencillo… todo un universo poblacional queda por fuera de las estadísticas en tanto la demanda espontánea “toma de presión” no es atendida y con el tiempo la segregación se convierte en autosegregación y el “dato” de consultas en ese rubro en una verdad/mentirosa porque haría referencia sólo a cuando el personal de salud considera que el usuario debe tomarse la presión… como en todo sistema de control la “prevención” previene poco porque no es a demanda del usuario, sino del equipo profesional generando a partir de dicho sesgo de trabajo la falsa idea sobre el estado general de la población… y en ciencia la cuestión siempre es sencilla: si se parte de premisas falsas, se obtienen conclusiones falsas.

Hemos explicado en otro artículo que los Centros de Atención Primaria corresponden casi exclusivamente al Estado, teniendo como beneficiarios a las personas que no poseen Seguro Social y a quienes tienen Seguro Social (Obra Social), cayendo de maduro que es ilógico que una persona vaya a realizarse un control de presión arterial a la guardia de un Hospital de Agudos o que para realizarlo deba sacar un turno con el médico de cabecera que muchas veces tarda meses. Rápidamente desde el Sistema Municipal de salud se “patea” el problema hacia otros efectores, cuando por diseño, la Atención Primaria de la Salud corresponde al Estado como puede comprobarse en el siguiente diagrama, donde claramente se muestra que la fortaleza del sistema y el cumplimiento de los objetivos sanitarios depende de la articulación del subsistema sin cobertura social con el subsistema con Seguro Social (Obras Sociales), y eso es responsabilidad del Estado, no de los usuarios.

(Diagrama realizado por realizado por Daniel Maceira, Dr. en Economía de la Universidad de Boston y la UBA, Investigador independiente del CONICET, Miembro del Concejo Ejecutivo de Health Systems Global e Investigador Titular del Centro de Estudios de Estado y Sociedad)

Claramente si en una Unidad Sanitaria se realizarían las prácticas de Atención Primaria a la población en general, el sistema utilizaría mejor los recursos económicos con la ventaja de que la Atención Primaria pasaría a estar centrada en la comunidad concreta, lo que a su vez permitiría que las estadísticas de atención sean más creíbles y que las políticas sanitarias diseñadas para cada comunidad (y con cada comunidad) tendrían más chance de cumplir con los objetivos. Si los equipos de salud consideran que es un problema que de cada 100 tomas de presión 5 muestren presión alta y 95 sean un simple dolor de cabeza, algo no se estaría entendiendo… y no me refiero a los usuarios.

La irracionalidad del Sistema Sanitario de la ciudad deja fuera del mismo a prestaciones rutinarias que debieran realizarse y como si fuera poco, podrían ser facturadas a las Obras Sociales. Un sistema articulado permitiría  que (1) las distintas Obras Sociales, que no pueden tener centros de atención primaria de cercanía en cada barrio, paguen la atención primaria de sus afiliados (2) Que dicho pago financie el costo operativo de los profesionales involucrados robusteciendo el sistema y haciéndolo más barato para el erario público.

Desde unos años a esta parte quienes viven en los barrios en una crisis económica y social cada vez más compleja y a su vez son poseedores de Obra  Social (que a su vez suele ser pobres), terminan marginados del Sistema de Salud donde la única garantía es que, por la falta personal de recursos económicos, la atención que reciban no sea primaria, tampoco temprana ni preventiva… y cuando de forma tardía lleguen al Hospital Privado con su Obra Social para ser internados, posiblemente tendrán que vender algún bien o tomar un crédito para pagar parte de la atención “en negro” y a costos elevados – en muchos casos en dólares billete – sino no serán atendidos a no ser que se dirijan a La Plata donde tienen mucho más chance que munidos de su Obra Social no abonen ningún tipo de “copago” ya que por razones misteriosas las Obras Sociales allí sí funcionan… desde hace años que esto ocurre en nuestra ciudad y los Organismos que debieran controlar este tipo de situaciones miran para otro lado.

Hablando de misterios… la pregunta obligada sería ¿por qué si las prácticas son abonadas por el Seguro Social recibiendo el Sistema Sanitario una inyección de dinero que lo financia y lo fortalece, en Atención Primaria se insiste con romper la lógica de la Atención Comunitaria que apunta a todos los miembros de la comunidad? ¿Los problemas administrativos que debiera solucionar el Municipio para el funcionamiento del sistema deben seguir siendo pagados por la falta de acceso a la  Atención Primaria para vastos sectores de la población cuando del diagrama del Sistema de Salud se desprende que el Estado es el principal prestador de APS?

Estamos en un cambio de gestión en el Municipio, esperamos que las inquietudes de las Organizaciones Barriales sean escuchadas y pueda avanzarse hacia un sistema de cogestión entre el Estado y la Comunidad especialmente en el primer de atención, para que el rol de las Sociedades de Fomento no se reduzca a proveer lugares gratuitos o de bajísimo costo para el funcionamiento de las Unidades Sanitarias, sino que las distintas instituciones de cada territorio barrial sean protagonistas en la tanto en la identificación de los problemas sanitarios como en la construcción de los planes de los distintos barrios de la ciudad que no pueden tratarse de forma homogénea sino desde su particularidad.

By admin

2 thoughts on “Los “cuidados perdidos” en las Unidades Sanitarias municipales”
  1. Me parece muy atinada la nota…me jubilé en Mayo como Tr. Social en Atención Primaria de la Salud, y creo que hay sobrecarga para la enfermería. Pero al bestado mismo tiempo sería por demás beneficioso para la comunidad ser atendida y respetaba en sus alertas tempranas y por demás
    la e económico para el estado reforzar con personal que se dedique a asistir estas situaciones, ya que con esto nos aseguramos preservar la salud… y alejar la enfermedad

  2. Gracias por el aporte Grey. Desde la Sociedad de Fomento en lo concreto se observa que en los últimos ocho años han disminuido de forma importante las prestaciones en la Unidad Sanitaria, y se han desterritorializado (se comprueba por la geolocalizacion de las prácticas de las unidades sanitarias). La toma de presión era algo que sucedía y de pronto dejó de suceder, de la misma manera que de pronto las personas del barrio comenzaron a tener serias dificultades para ser atendidas, mientras la Unidad Sanitaria recibía personas no de barrios aledaños (lo que es lógico) sino de muy lejanos. El problema no es el/la enfermero sino el modelo de atención de la salud que se utiliza y los complejos intereses en juego. Saludos

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