En el artículo anterior decíamos que la Dirección de Salud del Municipio de unos años a esta parte viene realizando cambios en el modelo de atención, lo que genera opiniones positivas y negativas en los ciudadanos que, en definitiva, deciden con su voto quienes quieren que los representen en el gobierno municipal sin que esto implique algun cambio en los objetivos de la Sociedad de Fomento mas allá de observar que el Oficialismo y la Oposición acuerdan en algo: cero interés por las Sociedades de Fomento.

Como Organizaciones No Gubernamentales de carácter territorial (se circunscriben literalmente a un territorio de la ciudad determinado) y teniendo en cuenta los objetivos –planteados en el artículo anterior– las Sociedades de Fomento son apolíticas -o mejor dicho, apartidarias- siendo su relación con el gobierno Municipal de Intermediación, de igual manera que con otras Organizaciones Gubernamentales y Organizaciones No Gubernamentales.

Con el Municipio existen relaciones de colaboración pero también efectuamos los reclamos de los barrios… esta última parte a la Dirección de Salud le resulta incómoda y por ello  inventa lo que hemos denominado “mitos de la Dirección de Salud respecto a las Sociedades de Fomento” pretendiendo justificar sus decisiones y lo que no es poco, determinar lo que las Organizaciones de la Sociedad Civil tienen que hacer o decir cuando claramente las mismas no son parte de ningún gobierno. Vayamos al segundo mito

Mito 2

“Hay muchas sociedades de fomento que son salamédica dependientes”  (Dr Pablo Acrogliano – Director de Salud Municipio de Bahía Blanca-)

Lo primero que debiéramos preguntarnos es ¿Qué sería ser una Sociedad de Fomento salamédica dependiente? Esto es algo que no es seguro definir, lo que sí se puede afirmar es que sin el esfuerzo económico y humano de las Sociedades de Fomento en nuestra ciudad el sistema de atención de la salud sería muy reducido.

Una posibilidad sería corregir la frase diciendo que desde la creación de las salas médicas a la fecha el Sistema Municipal de Salud ha utilizado los recursos económicos de las Sociedades de Fomento para sostenerse (o sea el aporte de los asociados), entendiendo a las mismas como especies de “cooperadoras” sin participación alguna (aunque en sus documentos se diga que de los tres pilares de la salud uno es la participación) reduciendo su función a la provisión de infraestructura y servicio de mantenimiento sin pagar un centavo en concepto de alquileres y trabajo realizado, ofreciendo una limosna que denominan “subsidios” que no alcanzan siquiera para cubrir el mantenimiento edilicio y el pago de servicios de lo que se presta. ¿Cuál sería la salamédica dependencia? ¿Quién ha dependido de quién? ¿Acaso el Municipio no tiene ninguna responsabilidad en que las Sociedades de Fomento no dispongan de recursos económicos para otras actividades relacionadas a los fines en tanto históricamente han “aspirado” gran parte del dinero de los socios y de los eventos recaudatorios que se organizaron y organizan para recaudar dinero para la construcción y el mantenimiento de las Unidades Sanitarias? ¿llegó el tiempo en que mejor se mira para otro lado y se dice “yo no fui”?

Es lamentable observar en el Balance Municipal donde las contribuciones que realiza el Municipio figuran en el item “Subsidios” y en la categoría de “gastos de funcionamiento de Unidades Sanitarias”. En el ejercicio anterior (2022) el Municipio aportó a nuestra Sociedad de Fomento la suma anual de 139.000 pesos, para darse una idea, una sola boleta de luz que consume la Unidad Sanitaria (el sector tiene medidor aparte) supera los 5000 pesos dada la cantidad de aires acondicionados en funcionamiento… no estamos nombrando gastos como la renovación anual de matafuegos, las reparaciones o reposiciones, etc. Cualquier persona en su sano juicio puede darse cuenta de que esa suma de dinero no es significativa si se consideran los gastos reales, y si a eso le sumamos una infraestructura bloqueada para otros usos barriales, considerando el valor inmobiliario de la superficie que se presta, la “salamedica dependencia” puede ser entendida como un “mal chiste”… o una canallada, porque lo real es que para el sistema de Salud Comunitaria ha sido un gran negocio servirse del esfuerzo de las Sociedades de Fomento, que lo han realizado por su compromiso real con las necesidades de los barrios.

Las cosas hay que decirlas como son. En el imaginario social cuando un Funcionario dice que una Sociedad de Fomento es “salitamedica dependiente” no solo desmerece la preocupación y el trabajo que realizan las Organizaciones de la Sociedad Civil por la Salud de las personas, sino que deja a libre interpretación el de qué se trataría esa “dependencia”, dando lugar a suposiciones como que el Municipio aportaría un montón de dinero y que con eso se sostienen las Sociedades de Fomento… total, el ciudadano común no va a mirar el Balance Municipal y tampoco el de las Sociedades de Fomento donde esto que planteo e informo se convierte en datos objetivos e indiscutibles.

Es muy claro que el “achique” municipal solo es en reducción de la atención a los ciudadanos sin y con seguro social, de allí la queja de las Sociedades de Fomento que intermedian las necesidades de los barrios. Cuando se dejó de atender Obras Sociales recibimos las quejas de la gente del barrio, cuando territorializaron el Area y quitaron servicios sucedio lo mismo, incluso muchos ciudadanos piensan que las Sociedades de Fomento tienen algun tipo de responsabilidad más allá de la cesión de lugares de funcionamiento.

Los números no mienten y de los números se desprende que el Municipio hace años tomó la decisión política de no atender a quienes tienen obra social renunciando a recursos genuinos contemplados por la Ley que no solo sostienen el sistema de salud, sino que implican un beneficio económico para los trabajadores, esta NO es responsabilidad de las Sociedades de Fomento. Lo que sí podemos decir es que es mentira que la Salud Pública se tiene que ocupar de quienes no tienen Obra Social constituyéndose en una de las grandes mentiras que los bahienses han naturalizado tanto para la atención Municipal como Provincial, lo que no deja de llamar la atención.

Los invitamos a ver el siguiente Diagrama del Sistema de Salud Argentino realizado por Daniel Maceira, Dr en Economía de la Universidad de Boston y la UBA, Investigador independiente del CONICET, Miembro del Concejo Ejecutivo de Health Systems Global e Investigador Titular del Centro de Estudios de Estado y Sociedad… si se trata de creerle a alguien Ud elija.

La Salud Pública como pueden ver en el diagrama es un efector de las Obras Sociales -no de la medicina prepaga que forma parte del sistema Privado de Salud-. Es efector en Atención Hospitalaria y prácticamente el único efector en Atención Primaria. La Dirección de Salud trata a quienes disponen de un seguro social de igual manera que a quienes tienen una prepaga favoreciendo que la mayoría de las prácticas médicas y quirúrgicas se redirijan casi con exclusividad al sector privado donde por supuesto , al menos en nuestra ciudad, el bono prácticamente no cuenta y se ha naturalizado el cobro indebido ¿por qué ocurre esto en Bahía Blanca y no en La Plata u otras ciudades de la Provincia?.

El SAMO (Sistema de Atención Médica Organizada) es el ingreso que los efectores de Salud Pública reciben por atender a los afiliados de las Obras Sociales del cual, una parte es destinada a las necesidades Hospitalarias y cierta ganancia, y otra parte menor se destina a  bono o “premio” para el personal aumentando directamente sus ingresos. Si no se atienden Obras Sociales ese ingreso es inexistente tanto para el sostenimiento del sistema de salud como para el personal. En nuestra ciudad existe una extraña estadística que muestra que los Hospitales Públicos solo atienden un 10 % de personas que tienen Obra Social renunciando a una enorme fuente de financiamiento ya que estamos hablando de como mínimo un 50% de la población sin considerar las prepagas (que no corresponden al sistema). Lamentablemente las estadísticas de personas con Seguro Social que reciben Atención Primaria no están a disposición y no es casual, ya que cuando se habla “transparencia de la gestión” sólo se trata de algunos datos convenientes, los otros son opacos y no se brindan… quizás esten pero no son de acceso publico. Hace casi un año le solicitamos por nota al Subsecretario de Atención Integral de la Salud la estadística de cuantas personas de nuestro barrio fueron atendidas en la Unidad Sanitaria que functiona en nuestra Sociedad de Fomento y aún estamos esperando respuesta.

Volviendo al MITO Municipal donde las Sociedades de Fomeannto son “salamedico dependientes” hay que ser claros en este asunto. Las Sociedades de Fomento no son responsables de las decisiones políticas que toma el municipio (algunos de ellas las hemos nombrado) ni tienen por obligación solidarizarse con ellas. Las Sociedades de Fomento no “viven” de los recursos municipales, todo lo contrario, gracias al esfuerzo económico y humano hacen posible que las Unidades Sanitarias existan.  Las Sociedades de Fomento no son “salamédico dependientes”, simplemente se hacen eco de los reclamos de atención de la salud en el barrio y en función de ello Intermediamos. El municipio debe hacerse cargo de las consecuencias de sus decisiones políticas, si miran el diagrama es el único responsable en brindar atención primaria a toda la población y esto tiene su lógica, que es la misma que la de la vacunación… hay servicios de salud que son para todos y en eso las Sociedades de Fomento seguiremos reclamando por el derecho a la salud, llevando la voz de los asociados y del barrio, sin importar que partido politico gobierne.

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