Anchorena es un barrio que cuenta con una presencia importante de adultos mayores, que viven solos en sus casa o con alguno de sus hijos.
Convivir con adultos mayores implica considerar de forma especial la comodidad, la seguridad respecto de accidentes, la movilidad en el interior del domicilio y la posibilidad de que en cercanía se realicen actividades de recreación, o simplemente puedan utilizarse los espacios públicos para esparcimiento, de allí la importancia que tiene para nuestra sociedad de fomento que el municipio invierta en el rediseño de el bulevard Remedios de Escalada para que cumple fines utiles para todos los habitantes del barrio
Compartimos con Uds algunas consideraciones sobre la convivencia con adultos mayores, extractadas del “Manual para el cuidado generales para el adulto mayor disfuncional o dependiente”, elaborado por el “Instituto para la Atención de los Adultos Mayores en el Distrito Federal (México)”
Cambios en la estructura de la casa

Un aspecto de suma importancia en relación con el cuidado del adulto mayor disfuncional o dependiente radica en la adecuación del hogar para las exigencias de la vejez. Es por ello que nuestra prioridad será establecer un entorno adecuado para la seguridad y recreación de nuestro adulto mayor.
La adaptación del entorno debe partir de tres aspectos fundamentales: comodidad, seguridad y movilidad. Es importante no pasar por alto que estas adaptaciones en el hogar respetarán las necesidades individuales del adulto mayor teniendo en cuenta aspectos funcionales, sanitarios y de seguridad. Y es que si llevamos a cabo con éxito todo lo anterior estaremos asegurando una mejora en la autoestima, la dignidad y la independencia del adulto mayor.
Las modificaciones en las distintas habitaciones de la casa deben hacerse de acuerdo con la situación de cada adulto mayor, ya que éstas pueden variar considerablemente en cada caso. No obstante, en general:
• Simplificaremos el ambiente al máximo para proteger al adulto mayor.
• Cuanto menos muebles haya, mejor.
• Eliminaremos muebles inestables y esquinas con los que el paciente pueda tropezar y lastimarse.
• Evitaremos tapetes sueltos y pisos encerados o resbalosos.
• El desplazamiento libre del adulto mayor en las diferentes habitaciones de la casa le proporcionará movilidad y evitará accidentes.
• En los siguientes apartados, enlistaremos algunas sugerencias para la modificación de la casa. La entrada
En cuanto a la entrada es pertinente pensar en:

• Que esté habilitada para usuarios en silla de ruedas (deberá contar con rampas, ascensores o puertas anchas).
• Pasillos largos y escaleras con pasamanos en ambos lados .
• Buena iluminación y una Instalación eléctrica perfectamente distribuida (los interruptores situados de tal modo que el espacio oscuro pueda iluminarse antes de entrar)
• Los pisos lisos, nivelados y en buen estado para transitar sin dificultad (no deben contar con superficies resbaladizas: las superficies más seguras son las baldosas sin esmaltar, las de vinilo y las de madera sin pulir).
La sala
Debe estar provista de:
• Mínimo, un sillón cómodo poco profundo, de poca altura para que los pies no queden colgando; con asientos y respaldos firmes, así como apoya-brazos largos.
• Gimnasio y sala de terapia ocupacional.
• Usar colores contrastantes y cálidos con el fin de diferenciar los objetos dentro del espacio.
En el comedor, será necesario contar con:
• Sillas livianas, seguras y estables.
• No debe haber bordes filosos ni salientes puntiagudas en que se pueda atorar la ropa o que incluso sean capaces de lastimar
• La altura ideal de la mesa oscila entre los 70 y 80 centímetros
• Las patas deben ser rectas y sin sobresalir de la tabla.
• Las mesas deben constar de cuatro patas y no de una sola central.
El dormitorio
En el caso del dormitorio será de gran utilidad:
• Decorar con objetos del agrado del adulto mayor en cuestión: fotos, libros, pinturas, objetos
personales, etc.
• Timbre al alcance de la cama para que lo puedan accionar con facilidad en caso de ser necesario.
• La cama debe ser cómoda, de fácil entrada y salida, sin dificultades para ser tendida y alejada
de la pared.
• De preferencia deben usarse camas articuladas y de baja estatura por fines de comodidad.
El cuarto de baño

A medida que el deterioro avanza, el adulto mayor puede presentar torpeza y confusión en el camino al baño; a veces es posible que se presente la necesidad de ayuda pero le da vergüenza pedirla; en otras ocasiones puede suceder que no encuentra el baño a tiempo, de modo que él no sabe qué hacer; puede aparecer dificultad para usar el equipo, como la regadera, el lavabo, y cuesta trabajo llevar a cabo todos los mecanismos de rutina que son necesarios en el cuarto de baño, como bañarse, lavarse, y el debido
uso del inodoro
Las siguientes medidas pueden ser de utilidad según sean las necesidades particulares de cada adulto mayor:
• Cerciórese de que el adulto mayor use ropa fácil de quitar, por ejemplo, pantalones con elástico en la cintura en vez de botones, broches o cremalleras, preferentemente juegos de dos piezas como la ropa deportiva.
• La puerta del baño y el cancel se deben poder abrir desde afuera.
• La puerta del baño contará con un ancho de 80 centímetros como mínimo para posibilitar la entrada de sillas de ruedas. Asimismo, el espacio para moverse cómodamente dentro del baño con la silla de ruedas debe ser de 1.50 metros por 1.50 metros.
• Colocar barras de apoyo donde se requieran, por ejemplo, en la regadera o en el excusado si es que al adulto mayor se le dificulta sentarse o pararse de un asiento demasiado bajo.
• Colocar un asiento suave sobre el excusado, de color llamativo
• Quitarle la tapa del asiento al inodoro.
• Vigilar que haya buena iluminación y ventilación.
• Se debe contar con un timbre para emergencias.
• Finalmente, si contamos con todas estas adaptaciones en nuestro hogar contribuiremos a que el adulto mayor se desenvuelva de manera plena y satisfactoria lo mismo para él como para nosotros, sus idadores.
