Las sociedades de fomento, como cualquier otra Organización No Gubernamental, para el cumplimiento de sus fines se sostienen a partir de distintas fuentes de ingreso: La cuota social que abona cada socio, eventos que se realizan para recaudar fondos, un porcentaje o suma de dinero por la utilización de la infraestructura destinados a distintos servicios pagos (en los cuáles el socio abona aranceles mínimos, mientras que el no socio paga el arancel pleno).
El destino de la recaudación es el pago de servicios, impuestos, mantenimiento y desarrollo de la infraestructura, generación de espacios gratuitos para los socios o la comunidad en general, acorde a los fines sociales y culturales, diseño de actividades para los socios y el barrio en general que respondan a las necesidades actuales, gestiones barriales. Al ser una Organización sin fines de lucro ninguno de los socios miembros de la Comisión Directiva recibe dinero o cobra un solo centavo por realizar su tarea de gestión, que es voluntaria, la elección de autoridades se ajusta a los Estatutos de la Organización, y cumple con la Ley del Voluntariado Social.
Subsidios Municipales
Si Uds buscan la definición de “Subsidio” encontrarán que “puede ser definido como cualquier asistencia o incentivo gubernamental, en efectivo o especie, hacia sectores privados – productores o consumidores -, respecto a lo cual el gobierno no recibe a cambio compensación equivalente”. Cabe destacar que si existe una Contraprestación, no se lo considera subsidio, el ejemplo más sencillo es la factura de luz de los hogares, que se encuentra subsidiada parcialmente y ningún ciudadano brinda contraprestación alguna por ello.
Si Uds acceden a los “datos abiertos” de la Municipalidad de Bahía Blanca, en el ítem “subsidios a las organizaciones sociales” se encontrarán con lo siguiente (tomada de la pagina del Municipio que no está actualizada a este año):

En ese ítem figura como subsidio municipal el escaso volumen de dinero que el Municipio destina como “gastos de funcionamiento Unidades Sanitarias”, encontrándonos en una situación que en los Simpson se podría ejemplificar cuando Homero le regala a Marge una bola de boliche para el cumpleaños, o sea un “autoregalo” que merece la pena ser analizado, porque a vistas de la población general y del barrio, el Municipio “subsidiaría” a las Sociedades de Fomento cuando lo que ocurre es que la Municipalidad hace uso gratuito de la Infraestructura de las Sociedades de Fomento y destina una pequeña porción de dinero (alrededor de 100.000 pesos al año por Unidad Sanitaria) para que las Sociedades de Fomento se ocupen del mantenimiento y reparación siendo condición de que el mal denominado “subsidio” no pueda ser utilizado para otras necesidades como podría ser la reparación de los baños del salón, de hecho si no lo utiliza para la U.S debe devolverse. No está demás decir que la reparación y el mantenimiento no tienen sólo un costo en insumos sino también en horas de trabajo de quienes lo realizan, que además para justificar el pago sí o sí deben ser monotributistas o vecinos que realicen la tarea sin reconocimiento monetario del trabajo. Da la impresión de que la Secretaría de Salud reduce la función de las Sociedades de Fomento a ser “cooperadoras” de las Unidades Sanitarias y de las políticas municipales.
Históricamente el Municipio ha buscado que las Sociedades de Fomento firmaran un “comodato”, figura legal que hace referencia al préstamo gratuito de las instalaciones para uso exclusivo de las Unidades Sanitarias (la mayoría lo ha firmado), de igual manera históricamente las Comisiones Directivas de la Sociedad de Fomento de Anchorena no aceptaron firmarlo ya que esto no garantiza que las personas del barrio puedan atenderse en ella, lo que se demuestra en estos últimos años donde las quejas de los socios llegan a la Comisión Directiva como si fuese responsabilidad de la misma que el Municipio haya cambiado su modelo de atención y en la actualidad las personas del barrio prácticamente no sean atendidas en el espacio que históricamente han prestado al Municipio financiando indirectamente la Salud Municipal.
De los datos propios del Municipio se desprende que en 2016 en la Unidad Sanitaria de Anchorena se atendían las siguientes especialidades: Enfermería, Medicina General y Familiar, Clínica Médica, Ginecología, Obstetricia, Pediatría, Psicología, Fonoaudiología, Trabajo Social, Odontología. Con el cambio de modelo de salud y post pandemia, se redujeron en un 40% las especialidades que actualmente utilizan el lugar siendo las mismas: Enfermería, Ginecología, Obstetricia, Fonoaudiología, Trabajo Social y Odontología. De 10 especialidades en 2016 pasamos a 6 especialidades en 2022, lo que se traduce en las estadísticas de consultas en una reducción de la atención mayor al 55%, que por otra parte en su gran mayoría no son personas que vivan en el barrio, lo que no es un problema para lo público pero sí para la Sociedad de Fomento porque el costo de sostener la cantidad de consultorios que tenía a disponibilidad la Unidad Sanitaria sin ser utilizados o siendo mal utilizados, no implica ningún tipo de beneficio para la atención de la salud de los socios y la gente del barrio que tienen que trasladarse hacia otros lugares en busca de atención pública o privada por seguro social.

Para entender mejor el tiempo que vivimos –
En artículos anteriores señalábamos cuál es la infraestructura que estaba utilizando la Unidad Sanitaria “En la planta baja 1 sala de espera, 4 consultorios, un espacio abierto e intermedio de oficina; en la planta alta 1 sala de espera, 1 consultorio odontológico, 1 consultorio y la sala de reuniones de la Comisión Directiva”, tema conversado con el Subsecretario de Salud Ezequiel Jouglard cuando se le solicitó adecuar el uso de la infraestructura a los servicios que realmente se prestan, para que la Sociedad de Fomento pudiera hacer uso y brindar los servicios que el Municipio no presta a las personas del barrio, que finalmente son los que con su cuota social sostienen la infraestructura.
Para entender mejor hacia donde apunta la gestión de la Sociedad de Fomento, compartimos un breve resumen histórico
- La infraestructura que posee la Sociedad de Fomento fue construida poco a poco a lo largo de los años con el esfuerzo de los socios y del barrio, para que su utilización permita mejorar la calidad de vida de los socios y las personas del barrio.
- Las distintas Comisiones Directivas realizaron y realizan acuerdos con otras Organizaciones Gubernamentales o No Gubernamentales enmarcadas dentro de los fines de la SFyC, lo que quiere decir sencillamente que los acuerdos que se realicen deben ser de utilidad para los socios y el barrio.
- La antigua “Sala Médica” construida por las primeras comisiones tuvo por objeto acercar la atención médica a los socios y al barrio, en un tiempo (década del 70) donde la atención de la Salud Pública estaba centralizada en el Hospital Municipal. En los 80 a nivel mundial (Organización Mundial de la Salud) la descentralización de la atención y la llamada Atención Primaria de la Salud pasó a ser muy importante en las nuevas políticas de salud por lo que la misma comenzó a formar parte de los Presupuestos del Area, de hecho por medio de una Ordenanza se estableció una fórmula matemática donde se tenía en cuenta la superficie prestada mas la cantidad de consultas como modo de establecer el “subsidio” a las Sociedades de Fomento que prestaban sus instalaciones.
- En la época dorada de las Unidades Sanitarias las Comisiones de la Sociedad de Fomento de Anchorena apostaron a la construcción de infraestructura para que los socios y el barrio tuviesen mejores servicios de salud, hubo un tiempo donde la cantidad de profesionales que se encontraban en la “salita” era muy importante cubriendo las necesidades del barrio y de barrios aledaños.
- Los cambios provocados en el Sistema de Salud Municipal donde se vuelve a unas re-centralización en los Centros de Referencia (9 de Noviembre) deja a las Unidades Sanitarias con escasos profesionales que atienden esporádicamente (y con infraestructura sin utilizar), a la vez evitando atender a las personas que tienen Seguro Social lo que cambia drásticamente el panorama: La Unidad Sanitaria de Anchorena es sostenida por los socios y la recaudación de la Sociedad de Fomento mas el pequeño aporte denominado “subsidio”, pero la Unidad Sanitaria prácticamente no atiende a las personas que viven en el Barrio Anchorena, lo que se comprueba rápidamente si se accede a las Prestaciones de Salud donde, ingresando a la Unidad Sanitaria de Anchorena, se puede verificar especialidad por especialidad qué se atiende realmente y la zona en que viven las personas que asisten a la Unidad Sanitaria (geolocalización).
- Cuando los tiempos cambian hay que renovar los modos de gestión, porque lo que fue útil en los 70, 80, 90, 00 hoy ya no sirve porque las necesidades han cambiado.
Si en los 70 la Sociedad de Fomento construyó la sala medica para que la gente del barrio fuera atendida cubriendo una necesidad, hoy tenemos el mismo problema que antes de construir la Sala Médica: la gente del barrio no tiene atención de proximidad, excepto reúna los requisitos impuestos por el Municipio, esto exige a la Comisión Directiva cambiar el modo de gestionar el espacio para (1) sostener la Unidad Sanitaria para quienes no tienen Seguro Social (2) Que la gente del barrio que tiene Seguro Social pueda acceder a la atención de cercanía a través del mismo o con aranceles mínimos, lo que implica crear el Centro de Salud Complementario donde estamos convocando a profesionales para utilizar los consultorios (tenemos cuatro disponibles) brindando esta atención en las distintas áreas de la salud y complementarias a la salud. De esta manera la atención de la salud barrial estaría cubierta y los socios tendrían garantizado abonar los aranceles mínimos estipulados para cada práctica de salud, los no socios también serían atendidos pero con el arancel que fijen los profesionales.
No está demás decir que también en otras áreas que no son Salud, la Comisión Directiva busca adecuar el modo de gestión en tanto en la última década las necesidades han cambiado y hoy también se convierte en necesidad la construcción de espacios barriales para todas las edades, donde sea posible realizar talleres, capacitaciones, recreación, promoción de la cultura y de los vínculos barriales, pero eso lo abordaremos en otras notas.