Pertenecer a una Sociedad de Fomento y Cultura parte de creer que más allá de las delimitaciones de calles que sitúan un barrio, lo que importa son las personas que habitan ese espacio geográfico y las relaciones que se establecen para mejorar la calidad de vida de todos.
A diferencia otro tipo de organizaciones como los clubes; las Sociedades de Fomento son relativamente pequeñas con la ventaja de poder trabajar sobre distintas necesidades del barrio, que a su vez son cambiantes en tanto vivimos en un mundo con un gran dinamismo que nos exige ir estando acorde a la época en la que vivimos.
En un tiempo donde la ausencia del asfalto, de iluminación y cloacas señalaban el camino de hacia dónde debíamos dirigir nuestros esfuerzos. Hoy las necesidades se han multiplicado porque sencillamente la vida es más compleja que en los tiempos de fundación de la SFyC. Lo que antes era impensable (por ejemplo, que el Boulevard de R. de Escalada tenga sendas caminadoras, una plaza blanda, mesas y bancos), hoy se ha convertido en necesidad para la población de la tercera edad del barrio y para los niños que están llegando, y de gestionar esas cosas sólo se ocupan las Sociedades de Fomento, y para que la gestión sea efectiva la participación de la comunidad importante.
Concurrir a gimnasia, realizar alguna actividad artística – artesanal, participar en talleres de capacitación o vinculados a algún aspecto de la salud, festejar acontecimientos familiares, consultar distintos profesionales de la salud, realizar actividades de esparcimiento para las distintas edades, promocionar nuestro trabajo en el barrio, participar de distintas actividades culturales, gestionar para que el barrio cuente con mejores servicios y espacios públicos adaptados a los usos posibles de quienes vivimos en el lugar… estas y otras cosas se han convertido en una necesidad.
Los tiempos han cambiado, por eso necesitamos adaptar la gestión de la Sociedad de Fomento a nuestra época, revalorizar su rol social porque es la única institución de la comunidad que puede ayudar a resolver y canalizar distintas necesidades actuales, futuras, tangibles y reales para quienes vivimos en el barrio.